lunes, 4 de enero de 2010

VEINTE DIEZ

Espero que hayáis despedido el 2009 como es debido y ojalá que en este 2010, que mira que me parece feo de narices el número, se os cumpla al menos un deseo y que sea mejor que el año que acabamos de despedir.

Sin propósitos de año nuevo y todavía con la babilla que me genera haberme puesto hasta las trancas de comida abundante y buena (no sabéis las vieiras cómo me han salido, dioooooooos!!!) me pregunto qué será de mi este año, y casi mejor no saberlo, a ver con qué me sorprende.

He pensado en buscarme otro trabajo, por mucho que me guste el mío, ahora que TVE ha quitado la publi, a ver de qué vivo :-p Que no, que lo que me harta es tener una media de 11 horas de trabajo y el resto de mi vida... pues no hay resto de vida. Y luego que me voy hartando de Madrid. No sé qué mosca les pica a esta gente que van con una mala ostia y una mala idea por la vida que me aburren bastante... Vamos, que me planteo buscarme otra cosa que me sirva como excusa para cambiar de ubicación.
Que los principios son duros, sí, pero también es duro aguantar según qué cosas y según qué gentes... Pero p´a dónde me voy? Barcelona... No hablo catalán, no me importaría aprender pero así para llegar y ponerme a saco sé que no doy... Londres ... me mola, me llama la atención pero sólo de pensar en el clima y los precios de todo me da un bajón...
Vamos, que no sé... :-p

Así que de momento, brindemos por un año lleno de cosas buenas, sin espectativas, sin prisas, sin agobios y el resto, lo ponen los Rodríguez:

Brindo por las mujeres que derrochan simpatía,
brindo por los que vuelven con las luces de otro día.
Brindo porque recuerdo tu cuerpo, pero olvidé tu cara,
brindo por lo que tuve porque ya no tengo nada.
Brindo por el momento en que tú y yo nos conocimos,
y por los corazones que se han roto en el camino.
Brindo por el recuerdo, y también por el olvido,
brindo porque esta noche un amigo paga el vino.

Porque la vida es dura, por el fin de la amargura,
brindo porque me olvido los motivos porque brindo.
Brindo con lo que sea que caiga hoy en el vaso,
brindo por la victoria, por el empate y por el fracaso!

Brindo por seguir queriéndote toda la vida,
casi está lleno el vaso con la sangre de otra herida.
Brindo con emoción, pero también brindo con frialdad:
que la salud no falte a toda la humanidad.

Desde un rincón del mundo brindo contigo...

Caiga quien caiga brindo sobre la luz de una vela,
toda la noche brindo y que la mañana venga.
No es un momento triste ya que brindo con amigos;
brindo por el futuro con la noche de testigo.

Si alguna vez no brindo siquiera por tonterías,
brindaré con silencio por la fortuna perdida.
Brindaré muy en serio por una vez en la vida:
brindo hasta la cirrosis por la vacuna del sida!

Desde un rincón del mundo brindo contigo...
SALUD!